Me llamo Kiko Castellanos. De pequeño, me encantaba desmontar y volver a montar mis juguetes.
Me gustaba que a veces sobraran piezas y el juguete funcionara igual. Yo decía que quería ser inventor. No he cambiado mucho: sigo disfrutando el reto de entender y hacer funcionar cosas complejas.
He montado empresas, liderado equipos, facilitado procesos, diseñado estrategias, desplegado sistemas, y trabajado tanto con emprendedores rebeldes como con organizaciones que quieren cambiar el mundo. Me siento cómodo navegando entre el caos creativo y la estructura operativa.
No vengo del mundo de la consultoría tradicional. Mi arco profesional es poco común, y por eso hoy hago lo que hago. Empecé estudiando química, pasé por las bellas artes, la comunicación, la permacultura, el diseño, las tecnologías emergentes, el arte terapéutico, y los sistemas de gobernanza distribuidos. Todo eso forma parte de cómo pienso. No me gusta separar lo operativo de lo personal, ni lo técnico de lo simbólico.
Soy un solucionador. Trabajo mejor con organizaciones que tienen una misión clara, aunque estén perdidas en cómo llevarla a cabo. Me interesa trabajar con quienes no solo quieren hacer más, sino también hacer mejor. Con quienes saben que su trabajo tiene impacto en el mundo, y quieren que ese impacto sea coherente con su propósito.
No tengo respuestas prefabricadas. Pero si tú tienes preguntas importantes, probablemente podamos hacer algo interesante juntos.
